Articulo de opinión: Amor por contrato
- Nallely Encinas
- 27 may 2021
- 2 Min. de lectura

Amor por contrato (2009) dirigida por Derrick Borte, es una película que nos introduce a la familia Jones, conformada por Kate, Steve, Mick y Jenn; los cuales llegan a un nuevo vecindario. La familia utiliza su popularidad para promover entre los vecinos el consumo de toda clase de artículos.
En la película podemos observar la segmentación del mercado desde el punto de vista de que, Kate promociona las ventas de ciertos productos (ropa, perfumes, productos de belleza, accesorios etc.) entre mujeres de su edad y hombres homosexuales.
Steve vende otra clase de productos (Equipo de golf, autos y cosas de marca) entre hombres heterosexuales adultos; Mick se encarga de la venta de lo último en electrónicos, videojuegos y bebidas entre jóvenes mientras Jenn promueve ropa juvenil y atrevida además de cosméticos y perfumes para adolescentes.
El comportamiento del consumidor ante tan prestigiosas personas es el de querer imitarlos o ser mejores que ellos, haciendo uso de los mismos productos. En una escena podemos ver a Larry, el vecino de Steve, diciéndole que ha consumido tanto que están a punto de embargar su casa a lo que Steve le aconseja que tal vez no debería seguir comprando cosas que no puede pagar, Larry responde de la siguiente manera: “No puedes soportar que alguien sea mejor que tu”. Esto refleja la intención de este ultimo al consumir de la manera en que lo hizo, ser mejor que Steve.
Como podemos ver casi al final de la película, el mercadeo oculto no es una actividad ética, pues engaña a las personas, haciéndoles creer que otros tienen una vida perfecta y que ellos también deberían tenerla, cuando no es así, nadie tiene una vida perfecta.
Las personas, al tener esta creencia, se presionan tanto para ser como alguien que ni siquiera existe y pueden ocurrir tragedias como el suicidio de Larry; toda actividad que implique engañar al consumidor es éticamente incorrecta.
Por otro lado la película nos presenta una situación muy realista, ya que cuando vemos lo bien que le queda algo a alguien más, lo queremos y hacemos todo por conseguirlo. Y si, este tipo de mercado puede ser muy efectivo, pero a la vez muy dañino para la sociedad.
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