Reportaje: Estereotipos de belleza
- Nallely Encinas
- 23 may 2021
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 23 may 2021
PARTE 1
PARTE 2
La belleza. ¿Qué es la belleza? Para millones de personas a lo largo de la historia ha sido una condena, una suerte de meta inalcanzable. Al igual que las costumbres y las modas, los cánones de belleza femenina y masculina han evolucionado a través de los siglos.
El concepto de belleza es algo ancestral y viene insertado en el ADN del ser humano desde el hombre de Neanderthal. Estos se coloreaban la piel con pigmentos minerales, se ponían plumas en la cabeza o se colgaban collares posiblemente para imitar la belleza de los animales que les rodeaban.

En la prehistoria el canon de belleza de la mujer consistía en tener las regiones de su cuerpo relacionadas con la fertilidad, muy desarrolladas. Así las primeras estatuas que conocemos y representan al ser humano son mujeres con grandes senos y caderas que se asociaban a la fertilidad, a la abundancia y a la capacidad de parir y criar hijos sanos y fuertes.

Para los antiguos egipcios lo bello consistía en la armonía, la perfección estaba representada en mujeres como Cleopatra o Nefertiti. Aunque la diferencia entre ambas es que la belleza de la primera es un mito más que verdad, y la segunda representa la verdadera belleza egipcia: morena, de rasgos finos, ojos color café.

La estética del mundo clásico se fraguó en la antigua Grecia a partir de la escultura. La belleza se concebía como el resultado de cálculos matemáticos, medidas proporcionadas y el cuidado de la simetría.

Llegamos a la Edad Media, donde nos encontramos con un ideal de belleza impuesto por el cristianismo que dependía de la intervención de Dios. La mujer con caderas estrechas, y senos pequeños y firmes, manos blancas y delgadas. La blancura de la piel era muy importante ya que era un indicador de su pureza. Los hombres, eran representados como caballeros, guerreros llenos de fuerza y virilidad.
En el Renacimiento, volvemos al mundo clásico, donde la fuente de inspiración estética, se basa sobre todo en la armonía y en la proporción. El arte es el mejor referente, no hay más que fijarse en las pinturas de la época: cuerpos redondeados, manos y pies finos, senos pequeños y firmes, tez banca y, labios rojos, cabello largo y rubio con ojos grandes y claros.

En el Barroco, los cuerpos son más rellenitos, caderas anchas y cintura estrecha, brazos redondeados y carnosos, piel blanca y pechos más llamativos, es tiempo de la apariencia y la coquetería, no en vano, la palabra “maquillaje” nació en esa época. Y tres musas, las Tres Gracias, con las que Rubens, representa las exuberantes formas de las hijas de Zeus, tipo de belleza ideal y sensual de este siglo.
En la época victoriana llama la atención el uso de los corsés para estrechar al máximo la cintura y realzar el busto y las caderas. Estos apretados elementos dejaban sin aliento a muchas mujeres, provocando desmayos o incluso la muerte por la deformación del tórax, que acaba estrujando los órganos vitales.

A principios del siglo XX el estereotipo era sumisión y obediencia complementado con pechos altos, caderas anchas y nalgas prominentes.
Los 40´s fueron la década de la lencería, la mujer va cobrando protagonismo y la belleza de la mujer, vestida como desnuda, se vuelve importante, se busca ser curvilínea, con figura de reloj de arena, pechos grandes y cintura delgada.

En los 60´s la exuberancia femenina se apodera de las pantallas. Curvas marcadas, voluptuosidad, piernas infinitas, huesos bien forrados, cabellos rubios… Pero a su vez, los cuerpos pequeños y delgados –niñas con cuerpo de mujer- tipo Lolita, también causaban furor, aunque era menos público debido a sus connotaciones pedófilas.


Para los 80´s los cuerpos femeninos se van adelgazando y estilizando, y los pechos cada vez van cobrando más protagonismo y espacio en el cuerpo de las mujeres. Las redondeces empiezan a ser despreciadas y las mujeres ansían lucir bellas en sus bikinis
Ya en los 90´s las mujeres siguen evolucionando en delgadez y pechos grandes y la cirugía estética ayuda a moldear los cuerpos de las que se quedaron en el camino. Grandes o enormes pechos, cuerpos delgadísimos, labios y pómulos prominentes… Asimismo, las mujeres se quedan físicamente estancadas en los treinta y tantos, gracias a las operaciones que estiran la piel para hacer desaparecer las arrugas. Destacan los cabellos oxigenados, las pieles morenas y las prendas que dejan bien poco para la imaginación.

Actualmente el estereotipo para ser bonita es ser delgada, blanca, joven por siempre y con medidas de 90, 60, 90, la sociedad se encarga de recordárnoslo con miles de anuncios publicitarios, medios de comunicación, películas, etc
Este proceso de expansión global que iniciaron los medios de comunicación comenzó a partir de la segunda mitad del siglo XX y gracias al desarrollo de la tecnología el ideal de belleza se ha ido homogeneizando. Por ello, a pesar de que la belleza física sea una propiedad subjetiva y cambiante, el ideal de ésta se ha visto permeado a lo largo de la historia por estereotipos para que se desee una imagen con características fenotípicas no reales que corresponden a un imaginario colectivo comúnmente aceptado sobre cómo debe ser una mujer o un hombre que social y afectivamente triunfa en la sociedad.
"Te empiezas a crear un estereotipo o una etiqueta. O te marcan mucho el así debe de ser tu cuerpo o esto es lo que luce mas de ropa; entonces eso empieza de cierta manera a atacar tu manera de vestir, a lo mejor no estas agusto pero como eso es lo que esta de moda y normalmente influye de mala manera" comento la psicóloga Dania Encinas.
Entonces ¿pueden contribuir estos estereotipos a que las personas padezcan baja autoestima y depresión por sentir que no forman parte de ese ideal de belleza?
Dichos cánones de belleza están lejos de representar la heterogeneidad de rasgos, cuerpos, pensamientos, por lo que efectivamente no cumplir con dichos cánones pueden generar frustración, falta de autoestima, depresión…
O bien a quienes tengan como finalidad parecerse a las personas que cumplen con el ideal de belleza estandarizado en los medios, altos grados de exigencia y sacrificio, estrés, trastornos como anorexia o vigorexia o bulimia.
Sin embargo, hoy día cada vez hay más campañas publicitarias que muestran distintos tipos de cuerpos, pero ¿Estas campañas son suficientes para que no haya un solo estereotipo de belleza? Jessica Márquez, modelo que represento a Chihuahua en el Miss Globe nos explica "Ya es mucha la inclusión que están haciendo por parte de campañas, antes era de que puras flaquitas y altas, ahorita ya no"
Pero generalmente en este tipo de publicidad tampoco se muestra una representativa real. Es cierto que se muestran cuerpos de diferente peso, edades, color de piel… pero siguen siendo mujeres guapas y atractivas (bajo los cánones de belleza actuales), sin “imperfecciones” como varices, estrías, granos.
No obstante, a nivel educativo y reconociendo la influencia de los medios y la publicidad, parecen buenas iniciativas para contribuir a acabar con un único tipo ideal de belleza. En cualquier caso, actualmente se trata sólo de campañas puntuales y habría que generalizarlas mucho más para que esta fuera la situación normalizada.
¿Pero que hay de la salud?
La nutrióloga Cynthia Domínguez puntualiza que si, hay que aceptarnos como somos y trabajar por ser mejores, no solo para vernos bien, si no para mantenernos saludables y no permitir que situaciones como la normalización de la obesidad, influyan tanto que dejemos de preocuparnos por nosotros.
"Actualmente lo que se pretende en lugar de estar sanos es siempre verte bien y eso no habla ni de buena salud mental, ni de buena salud física, ni emocional" añadió.
Entonces nos sentamos a reflexionar, si en vez de preocuparnos tanto por nuestra apariencia nos preocupamos mas por nuestra salud física y mental ¿no tendríamos mejores resultados?
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